Hace tiempo que trabajo desde mi casa y uso mucho la PC, así que paso mucho tiempo en casa con mi familia.
Tenía una vida tranquila y mi padre estaba bastante bien: a pesar de la edad y la prótesis femoral era casi totalmente autónomo en la vida cotidiana.

Pero a finales de 2020, la vida cambió. Un día, mi padre, después de lavarse el pelo, no se sintió bien: un repentino evento neurológico en pocos días le impidió levantarse, sentarse y caminar.
Era una situación nueva, la familia estaba desorientada y no sabíamos qué hacer: ninguno de nosotros trabaja en el ámbito de la salud.
Entre la burocracia y el retraso de la asistencia sanitaria, permaneció demasiado quieto durante algunos días y a él se formó una llaga de decúbito entre la espalda y los glúteos. Los días pasaban, la llaga empeoraba y estábamos cada vez más asustados y preocupados.
Cuando algunos profesionales de la salud finalmente comenzaron a dedicarse a mi papá, ya era demasiado tarde; la llaga estaba bien formada y se perfilaba un largo período de recuperación: muchos meses, esperando que se recuperaría. ¿No se podía acelerar los tiempos?

Así que traté de preguntar a amigos y conocidos, para ver si alguien tenía algún consejo o había experimentado situaciones similares.
Un conocido, apasionado por muchos años de herboristería y productos naturales, me recomendó dos productos en su opinión muy útiles en estas situaciones. Al no conocer la materia, al principio yo estaba un poco dudoso: al escuchar los profesionales de la salud, creía que era imposible hacer más.
Vivía de cerca del sufrimiento diario de mi padre: sentado o en la cama o moviéndose ligeramente, la zona de la llaga siempre se solicitaba causando fuertes dolores. Para cambiar las cosas, llamé de nuevo a mi conocido para pedir más confirmación de que se trataba de productos seguros, naturales, sin contraindicaciones. Él me tranquilizó y me dijo que seguramente harían bien a mi padre y que era lo mejor que se podía hacer, además de una buena integración alimentaria que me explicó.
Como se trataba de productos naturales y fáciles de usar, con riesgo cero, pensé que tal vez podría probarlos y pude superar mis dudas.
Así que ordené esos productos, que llegaron rápidamente: nunca más imaginé lo que iba a pasar…

La llaga empezó a mejorar casi inmediatamente y en las semanas siguientes se hizo realidad lo que yo soñaba: ¡la llaga mejoraba a una velocidad increíble!
Los profesionales de la salud no tenían palabras y quedaban asombrados por lo que veían: me preguntaron si le estaba dando algún producto particular y qué era ese parche que ponía cada día cerca de la llaga, porque con todos los casos de llagas que habían visto en residencias de ancianos y a domicilio, nunca habían visto algo así.
La llaga de mi padre desapareció en sólo 2 meses (mira el video a continuación): ¡Mejor no podía ir, tanto que mi padre unos días después pudo celebrar su 90 cumpleaños sin la llaga!

Había pedido los productos con alguna vacilación y agradezco infinitamente a la persona que me los ha dado a conocer: ¡esto HA CAMBIADO LA VIDA DE MI PADRE Y DE MI FAMILIA! ¡No sabía que tendrían un efecto tan extraordinario y poderoso!
Esta persona también me hizo entender la importancia de la correcta integración alimentaria, sugiriéndome que le diera a mi padre la integración de vitaminas, minerales, fermentos lácticos, enzimas digestivas, aminoácidos esenciales y BCAA biodisponibles, es decir, explotables al 100% por el organismo, de modo que ponerlo en las condiciones óptimas para autorrepararse.
Por lo tanto, me he dado cuenta de que al actuar sobre la integración alimentaria y con un par de productos especiales que explico mejor más adelante, se pueden obtener grandes resultados. ¡Nuestro cuerpo puede regenerarse si está en condiciones de hacerlo!

A la vista de los excelentes resultados, he decidido compartir mi experiencia. Para mí esto se ha convertido en una misión de vida: ¡ayudar a las personas con las llagas, hacer que el mundo conozca cómo resolver estas situaciones!
¡Prueben la solución que ha cambiado nuestras vidas!